domingo, diciembre 31, 2017

Cuadragésimo segundo (y último) libro 2017: "Las eternas", de Victoria Álvarez.

La portada ya me tenía que haber tirado para atrás pero como me había propuesto desprejuiciarme hasta respecto de la novela fantástica o fantasiosa y el fondo prometía ser Venecia, dije poco puede ser.
Juguetes, autómatas y amoríos en la ciudad de los canales a principios del siglo XX pero que para la autora tenía los mismos turistas que ahora porque se le olvida que en 1908 no debía estar la cosa de los viajes organizados en funcionamiento para tanta gente.
La novela comienza con un prólogo que relata la desaparición del cadáver de una niña en el hospital donde ha fallecido en una epidemia en Civitavecchiaen 1891 pero realmente se desarrolla en la Venecia de 1908 cuando los Corsini, que regentan la hasta entonces mejor juguetería de la ciudad ven en riesgo su negocio al instalarse justo enfrente, canal por medio, Gian Carlo Montalbano y su hija Silvana con una super juguetería, "La Grotta della Fenice", especializada en muñecas con un realismo y unas capacidades hasta entonces (y hasta ahora) nunca vistas, que ríete tú de los robots japoneses. Por poner un ejemplo que no destripe la trama, el nombre le viene a la juguetería porque al abrir la puerta, en lugar de escucharse unas campanitas como en algunas tiendas para avisar al dueño de la presencia de un cliente, es un ave fénix mecánico sobrevolando el local lo que cumple la misma función y lo de la gruta es porque la decoración simula un espacio similar.
El peso del negocio de los Corsini lo soporta principalmente Mario que resta horas al sueño para trabajar en el taller, mientras su hermano se dedica principalmente a desplegar por toda Vencia sus habilidades como mujeriego. Como van perdiendo su mejor clientela en favor de la nueva juguetería, Mario decide conocer al enemigo y a quien más conoce es a su hija de la que se enamora perdidamente, pese a que Silvana al principio no le hace mucho caso.
No os puedo contar mucho de la trama, aunque leyendo el prólogo ya se dan muchas pistas de por dónde irá la cosa, si bien desde luego no resulta muy creíble, aunque tampoco es propio del género fantástico la verosimilitud de las historias, si bien, quiero dejar claro que de literatura del género no tengo prácticamente nada leído y además no me propongo corregir la carencia. En cualquier caso, si nos olvidamos de autómatas, juguetes y corazones artificiales no deja de ser una historia de amor aparentemente imposible con un punto de intriga que puede llegar a ser entretenida si no fuera porque yo estoy todo el rato pensando que no puede ser la cosa. En fin, que no es para tirar cohetes aunque reconozco que el personaje de Silvana sí me ha llamado la atención y me ha engañado varias veces en el curso del relato.

Cuadragésimo primer libro 2017: "Pecado", de Benjamin Black.

No se si le voy a dar muchas más oportunidades a John Banville como Benjamin Black porque me aburría Quirke pero es que este nuevo personaje de "Pecado" me aburre todavía más. Mucho premio RBA de Novela Negra pero me ha parecido un pestiño de mucho cuidado.
La obra empieza con el asesinato y emasculación de un cura en una biblioteca, lo cual parece predecir novela negra dentro de los cánones del género, y pese a estar en Irlanda, salvo las referencias siempre críticas al arzobispo y las nada solapadas críticas contra la Iglesia Católica que casi esperan que aplaste la investigación con su omnímodo poder, no aparecen muchos más católicos en la obra, ya que ni el dueño de Ballyglass House, la casa de la familia Osborne en la que el padre Lowless (Low + less, anda qué...) aparece muerto, ni quienes investigan lo son. Y ni preguntan a los feligreses.
Se ocupa de la investigación sobre el terreno el inspector St John Strafford, con origen familiar e ideas religiosas similares a las del dueño, aunque haya acabado como policía, como le echan en cara cada dos por tres y que se pasa todo el rato aclarando que su nombre se pronuncia "Sinyún" y que su apellido lleva una erre más de las que todo el mundo está dispuesto a pronunciar. Le ayuda en las pesquisas el oficial Jenkins, un anodino subordinado con cabeza deforme que desaparece a la primera de cambio y hasta su jefe tarda en acordarse de buscarlo. Y, mientras, ¡venga a nevar, venga a nevar!, que no me extraña que el título original de la novela sea "Snow".
No es que la investigación se aparte de los cánones del género negro, sino que el policía parece pasar de la misma para dedicarse a pasear sin hacer el huevo para acabar diciendo que resuelve el caso sin muchas explicaciones, algo así como por ciencia infusa porque nada de lo le hemos visto hacer podría llevarle a la conclusión final, aunque bien es cierto que no hacía falta tanto paseo por la nieve con un impermeable que no le quita el frío ni coquetear con las mujeres de la familia Osborne ni acostarse con la criada de la posada en que se aloja para llegar a la conclusión final si nos atenemos a cómo se encuentra el cadáver del cura asesinado. Y pese a ello, el autor considera necesario introducir de clavo un capítulo, como quien lo coloca en mitad del medio, ocurrido en el pasado que casi permite dejar el libro directamente porque para qué seguir leyendo si destripa la clave que ya veníamos temiendo desde la primera página, que parece que no haya otro tema en Irlanda.
La novela está bien escrita, como no podía ser de otro modo viniendo de quien viene y vuelve a tratar todos los temas que trata en Quirke, con similares críticas a similares asuntos, pero no me ha gustado nada como novela negra ni como novela en si. Me he aburrido soberanamente, no me ha generado intriga de ningún tipo, me resultaban desagradables casi todos los personajes y no hay trama como tal. En fin, que no me espere el señor "Sinyún".
Nota: Hablando el inspector Strafford por teléfono con su superior con interferencias en la línea dice el narrador que "la conexión era tan mala que distorsionaba el sonido de su voz y daba la impresión de estar hablando desde el espacio exterior". Teniendo en cuenta la época en que se desarrollan los hechos, no se cómo podría elecubrar cómo iban a sonar las comunicaciones con el espacio exterior que todavía no se habían producido.

sábado, diciembre 30, 2017

Una idea para Reyes.

Además de las cien mini biografías de mujeres tiene unas ilustraciones preciosas. Podéis regalarlo a niñas, pero también a niños, que tanto unas como otros deben conocer que ha habido y hay muchas mujeres extraordinarias.

viernes, diciembre 29, 2017

Cuadragésimo libro 2017: "Pétronille", de Amélie Nothomb.

Es el tercer libro de Amélie Nothomb que he leído este año y creía que era el tercero de la autora que me leía hasta que buscando para contar me he encontrado que en 2006 leí y recomendé en uno de los primeros post del blog su "Cosmética del enemigo" que saqué de la Biblioteca de Villafranca. Pues nada, cuatro.
Este "Pétronille" es uno de esos libros autobiográficos que acostumbra a escribir Amélie y que me imagino no le hace ganar muchas amistades salvo que les guste protagonizar sus relatos, lo cual tampoco está mal si a una le gusta que hablen de una aunque sea mal.
Amélie comienza el relato buscando compañía para beber champagne hasta emborracharse si procede. La elección de la persona le parece importante ya que la influencia etílica puede ocasionar comportamientos o conversaciones que no es conveniente mostrar ante cualquiera, así que en el curso de su búsqueda la Nothomb conoce en la presentación de una de sus obras a Pétronille Fanto, una joven escritora que en principio le parece un adolescente pero que resulta ser especialista en Marlowe y tan aficionada al champagne como la propia autora, así que comienzan una relación de compañeras de copas en la que poco a poco Pétronille toma el mando y se muestra cada vez más exigente con Amélie. 
Los diferentes orígenes sociales de ambas mujeres, Nothomb es hija de embajador y Fanto tiene orígenes humildes y modales de choni poligonera, comienzan a suponer un problema ya que Pétronille abusa de la generosidad de Amélie, quien realmente siente afecto y admiración por la cultura y la forma de escribir de su compañera de abusos etílicos. Pese a que Amélie disfruta de su compañía, conversación y sus degustaciones conjuntas de champagne, poco a poco se va sintiendo dominada y... el final es absolutamente inesperado.
Me encanta cómo escribe Amélie Nothomb y en esta obra volvemos a apreciar su dominio de la ironía y del lenguaje. Y, además, me parecía tan real el personaje de Pétronille Fanto que casi no me ha sorprendido descubrir que detrás de ella hay un personaje real que responde al relato de la Nothomb. La verdadera escritora en la que se inspira la obra es la francesa Stéphanie Hochet.

jueves, diciembre 28, 2017

Trigésimo noveno libro 2017: "Falcó", de Arturo Pérez-Reverte.

“La mujer que iba a morir hablaba desde hacía diez minutos en el vagón de primera clase”.
Hay que reconocer que Pérez-Reverte puede llegar a enganchar en una historia desde la primera línea. Es la primera línea de su "Falcó", la primera entrega de su nuevo personaje que por lo menos ya tiene una segunda que me estoy terminando.
Le había hecho la cruz al académico después de aburrirme soberanamente "El asedio" y no había leído nada suyo desde entonces, así que agradezco la creación de un nuevo personaje para retomar la lectura porque no hace falta decir que Arturo escribe muy bien y que cuando le da por las aventuras, tramas, espías,... resulta muy entretenido.
Este Falcó genera sensaciones contradictorias porque es un tipo mezquino pero puede comportarse aparentemente como un auténtico gentleman, es una especie de James Bond sin otra Majestad a la que servir que su propio interés y su espíritu aventurero.
Personaje negativo, canalla, amoral, cruel, peligroso, golfo, sinvergüenza, oportunista, mujeriego..., y no lo digo yo, que lo describe así su creador en una entrevista que ví. No obstante, todas estas características negativas se contrarrestan con otras con las que este inteligente mercenario puede engatusar a quien se le ponga delante, sobre todo a las mujeres con las que se cruza (todas ellas, eso sí, guapísimas, esculturales y rendidas a sus encantos) pues resulta altamente seductor y muy simpático. Y tampoco son míos los adjetivos sino de su padre literario.
La novela discurre en el marco de los primeros meses de la guerra civil con Falcó, que había trabajado ya a sueldo de la república, sirviendo ahora a los nacionales como mercenario, espía y matón a ratos, si bien pronto conocemos pronto su declaración de principios según la cual en su mundo "los bandos estaban perfectamente definidos: de una parte él, y de la otra todos los demás". Eso sí, llevando un tren de vida que permite a Pérez-Reverte dejarnos ver su concienzuda investigación sobre los objetos de lujo de la época: su reloj, un Patek Philippe, la pitillera de carey, el mechero, un Parker Beacon, la pluma de jade verde, una Sheaffer Bance... todo de primeras marcas. También conocemos el arma que utiliza, que no es una Walther PPK como la de James Bond, sino una Browning FN 1910, conocida como "la mataduques" tras el asesinato del Archiduque Francisco-Fernando en Sarajevo.
La novela resulta muy entretenida y tiene difícil encaje en cuanto a su género ya que puede considerarse una novela de espías, un thriller o una novela de aventuras con su punto de novela histórica y su punto de amoríos.
Siguiendo instrucciones del Almirante Falcó se mueve entre bandos como pez en el agua matando sin problemas a quien se le pone en el camino y acostándose con cada mujer que le apetece sin remordimientos ni compromisos, si bien con Eva, una especie de Falcó con faldas y algún que otro principio más, parece hacer una excepción asumiendo riesgos de más.
La trama en sí tampoco es lo que me ha llamado más la atención de la novela que parece una película clásica de espías de conflicto en conflicto, de pelea en pelea y de tiroteo en tiroteo, que eso sí, me ha parecido repetitivo en exceso tanto afán de recordar que pone una bala en la recámara cuando se prepara para enfrentarse a algún enemigo y por cansar también me sobran algunas cafiaspirinas, que ya sabemos que Falcó tiene migrañas, pero no creo que haga falta contarnos cada vez que se toma una. Por cierto, que era lo que tomaba mi abuela Amparo cuando le dolía algo.
En fin, que la novela se puede leer y disfrutar si no olvidamos el marco en el que se desarrolla y que no tenemos que comulgar con lo que hace o dice el protagonista, que al fin y al cabo no deja de ser uno de tantos canallas que sobreviven y destacan en tiempos revueltos. Pero que Pérez-Reverte ha encontrado otra mina, también.

miércoles, diciembre 27, 2017

Trigésimo octavo libro 2017: "La cata", de Roald Dahl.

Este relato de Roald Dahl me ha parecido brillante y las ilustraciones geniales aunque no os puedo contar mucho sin descubrir el final.
Una cena, unos comensales selectos, un anfitrión aficionado a los grandes vinos y Richard Pratt, un invitado que lleva a gala adivinarle siempre la añada y el origen de cualquier botella. Son británicos así que la apuesta está servida. 
Mike Schofield, el dueño de la casa, ha traído un vino de una zona muy concreta, de unos determinados viñedos con poquísima producción y está tan seguro de que su invitado no podrá acertar esta vez que apuesta lo que nunca debería haber apostado. Un juego de ambición, presunción, esnobismo, riesgo... con un sorpresivo final, delicioso de leer y con unas ilustraciones de Iban Barrenetxea preciosas que podéis ver en el booktrailer que comparto.
La obra se publicó por primera vez en 1945 en una de las revistas para mujeres más famosas del siglo pasado en Estados Unidos, la Ladies' Home Journal, y posteriormente en The New Yorker.

Trigésimo séptimo libro 2017: "El traje gris", de Andrea Camilleri.

Mi segundo Camilleri de este año, aunque no pertenece a la serie de Montalbano, me ha mostrado un autor que domina casi cualquier registro. No deja su Sicilia y tampoco olvida la sombra de corruptelas habitual pero que queda en un segundo plano en favor de una historia más íntima.
El protagonista de la historia se acaba de jubilar. La historia comienza precisamente cuando abre los ojos "a las seis en punto como todas las mañanas" y le acompañamos desde esos primeros momentos de su primer día sin obligación de ir al Banco en el que hasta el día anterior había trabajado. Dado que se despierta solo al principio pensé en un solterón o quizás un viudo pero el protagonista de la novela está casado si bien en pocas páginas sabremos que Adele, su espléndida mujer, le es infiel. Y lo sabemos como lo supo él: por la carta anónima que se lo anunciaba poco después de su boda. Y es que el nuevo jubilado lo primero que hace es releer tres cartas anónimas que tenía guardadas desde que las recibió: dos de tipo mafioso con solapadas amenazas que supo resolver sin mucho problema, ya que siguió desarrollando una carrera de éxito en la banca, y la que pone en su conocimiento las infidelidades de su esposa.
El relato avanza y retrocede a la vez que el protagonista pasa sus primeros días sin trabajar y recuerda hechos del pasado que condicionan su presente, sobre todo en la relación con su esposa con la que vive en la misma casa pero en dependencias totalmente separadas ya que su mujer incluso cohabita con un sobrino. Sabemos, por tanto, que el banquero jubilado no sólo conoce la situación sino que la tolera pese a que ello ocasione el distanciamiento de su propio hijo habido de un matrimonio anterior.
El exbanquero comienza a recordar al encontrar en el armario el traje gris que su esposa llevaba cuando la conoció con motivo del fallecimiento de su anterior marido. Vamos sabiendo que Adele siempre ha engañado a su marido pero que sabe mantener las formas aparentando ser una esposa modelo de cara a la galería y compensando a su marido sobre todo manteniendo su interés con la ceremonia que realiza tras el baño y que le permite contemplar espaciando cada vez más las ocasiones. Adele realiza delante de su marido algo parecido a un lento striptease pero a revés, ya que comienza desnuda y acaba vestida, que le parece irresistible y lo tiene loco.
El momento de la jubilación es el comienzo de la decadencia del protagonista que cae enfermo demostrando su esposa cómo puede escenificar una ficción (o no, porque tenemos las mismas dudas que el marido), en la que representa la abnegación, el cariño y la entrega, con publicidad para los demás, pero que no acaba de convencer a su esposo porque conoce el pasado y porque además Adele ha venido realizando maquinaciones para que su marido trabaje en la contabilidad de una empresa poco limpia y duda si es para obtener algún beneficio o simplemente para alejarlo de la casa. No obstante, recibir nuevamente las atenciones de su mujer le impiden salir de la casi claustrofóbica situación en la que llega a encontrarse, que nos genera desasosiego en una situación de intriga psicológica en la que nos da el mismo miedo que al narrador.
Un libro con pocos personajes, a veces sólo los pensamientos del protagonista, pero que nos muestra su hipocresía y la de la sociedad en la que viven, perfecta corrección en su vida pública pero corruptos, desinhibidos y traidores en lo que no se ve. Como siempre genial Camilleri.

lunes, diciembre 25, 2017

Trigésimo sexto libro 2017: "Selfies", de Jussi Adler-Olsen.

El Departamento Q vuelve a la carga, con menos humor que en sus primeras entregas pero con más peso en sus personajes. Carl Mørck se ha centrado en el trabajo, ya no es el policía perrángano que evita el trabajo y acaba descubriendo a los culpables casi a su pesar sino que parece que vuelve a gustarle la investigación, tanto que pese a la ingente cantidad de expedientes antiguos sobre los que su departamento debe investigar, de vez en cuando mete también la nariz en los asuntos vivos que investigan otros compañeros que no forman parte del Departamento Q ayudando a que su caso y los de los otros se resuelvan a la par (un poquito con calzador, eso sí).
En esta nueva entrega quien lo pasa realmente mal es Rose que sufre las consecuencias psicológicas del caso anterior y empeora su estado mental de forma que se evidencia que lo que en episodios anteriores pasaban por excentricidades realmente son problemas graves de salud mental, eso sin contar que la pobre se pasa secuestrada más de la mitad del libro mientras sus compañeros intentan solucionar varios casos, uno de los cuales ocasiona su secuestro, pasando de largo por el lugar donde se encuentra y provocando ansiedad en quienes estamos al otro lado de la historia y queremos que la rescaten cuanto antes.
La novela resulta muy entretenida porque se cruzan varios casos que a veces se superponen y parece que no se van a resolver. 
Marcus Jacobsen, un antiguo inspector jefe de homicidios, encuentra en un periódico la noticia de la muerte de una mujer cuyo modus operandi relaciona con un caso antiguo que le obsesiona porque nunca pudo resolver, así que pide ayuda al Departamento Q para que compare e investigue ambos casos a sabiendas que el nuevo no corresponde a ese departamento y su amigo Carl tendrá problemas.
Paralelamente, una trabajadora social madurita a quien detectan un cáncer de mama decide meterse asesina en serie para acabar con algunas usuarias de sus servicios que le consta que se aprovechan del sistema sin tener derecho a ello, comenzando con tres chicas bastante chonis que se burlan de ella en su trabajo donde se acaban de conocer haciéndose un selfie para inmortalizar el evento (de ahí el título). Con la ayuda de Google comienza a buscar sistemas para sus crímenes y decide atropellarlas, aunque como buena asesina en serie incluso no se contenta con matarlas sino que quiere que no parezca un accidente. ¡Trabajdoras sociales del mundo no copieis a vuestra compañera de ficción que está como una regadera!
Poco a poco los casos se van cruzando y aparecen nuevos temas como el pasado nazi de alguno de los personajes, los embarazos de una de las chicas para conseguir ayudas y deshacerse del bebé dándolo en adopción, robos que cometen las que luego serán víctimas de la trabajadora social... y la pobre Rose que no aparece, y sus hermanas, que en los libros anteriores no sabíamos si existían o eran la propia Rose disfrazada... Me ha gustado más que el anterior.

Trigésimo quinto libro 2017: "Ola de calor", de Richard Castle.

Debo reconocer en mi descargo a la hora de reconocer haber leído este libro que me encanta la serie "Castle", tanto que algún capítulo de la primera temporada, que es la que más me gusta, lo puedo haber visto hasta cuatro veces. Lo reconozco, me divierte. Las últimas temporadas menos, que no entiendo esa pasión de las series cuando ya tienen varias temporadas por casar y reconvertir a los personajes femeninos con personalidad, fuerza, encanto, valentía, inteligencia y sentido del humor en mujeres más anodinas. Me pasó con Bones y también con la Beckett de Castle.
Fuera digresiones, esta novela, "Ola de calor", evidentemente no la ha escrito Richard Castle ya que Castle es un personaje de ficción que en la serie homónima interpreta el actor canadiense Nathan Fillion. Pero igual que los libros de éxito son llevados al cine o se hacen series con sus argumentos, de un tiempo a esta parte pasa al revés con las series de éxito, que se escriben libros con sus argumentos; pero aquí además mantienen la ficción de que es el propio personaje protagonista de la serie quien escribe las novelas con los argumentos que en la propia serie Castle publica, que al fin y al cabo, como figura en su chaleco antivalas, es escritor y los personajes llevan los nombres que Castle utiliza en los libros que escribe en la serie: la detective Nikki Heat (siempre jugando con términos "calientes") y el periodista, que no escritor, Jameson Rook, que le sigue los pasos para documentar un artículo sobre la policía. Por lo demás leer esta novela es como ver un capítulo de la serie: divertido, trepidante y muy entretenido. Los personajes se parecen muchísimo a los de la serie salvo que la tensión sexual no resuelta entre Kate y Richard que en la serie tarda varias temporadas en resolverse, en el libro se resuelve a la primera de cambio.
Para quien no ha visto la serie, Kate Beckett es una detective de homicidios de Nueva York marcada por la muerte de madre, muy buena profesional y apasionada de la justicia, a quien le imponen la presencia del guapísimo periodista ganador del premio Pulitzer Jameson Rook, amigo del alcalde y encantador, para que se documente sobre la vida de un comisaría. Al principio no lo soporta pero poco a poco le va resultando muy útil en la investigación de la muerte de un rico empresario del sector inmobiliario, a la vez que se siente atraída por sus encantos.
Juntos investigaran y averiguarán quién mató al empresario ayudados por otros dos policías que también aparecen en la serie y a los que también se cambia el nombre en el libro.
No esperéis alta literatura pero acción y humor hacen esta novela muy entretenida para pasar el rato, sobre todo para los fans de la serie Castle.

Trigésimo cuarto libro 2017: "Luisito, una historia de amor", de Susanna Tamaro.

Creo que desde "Donde el corazón te lleve" no había leído nada de Susanna Tamaro y no la había echado de menos porque soy poco de sensiblería y no me debió dejar gran recuerdo el libro, pero me llamó la atención el título y la portada de éste que reseño y como a su favor tiene la ventaja de ser corto dije: "Poco "pué" ser". Y reconozco que me gustó aunque el final me dejó un regusto agridulce.
La protagonista fue maestra y ahora está jubilada, aunque en el curso de la lectura sabemos que "tuvo" que jubilarse antes de tiempo. Anselma vive sola desde que murió su marido con una vida muy organizada aunque aburrida en la que su única cita parece ser la diaria llamada de sus hijos a las diez de la noche. Un día al tirar la basura descubre entre los restos de comida y bolsas un papagayo abandonado y en mal estado. Decide subirlo a casa y esta aparentemente inocua decisión supone un punto de inflexión en su vida y también en lo que de ella vamos conociendo.
Según el papagayo se va recuperando, Anselma va ganando también en vitalidad y decide convocar a las antiguas compañeras de trabajo en el colegio para dar una fiesta en casa. Por cierto, que llama Luisito al papagayo en recuerdo de la que parece que fue su gran amiga de juventud, ya fallecida.
De las primeras páginas parecemos imaginar el pasado de Anselma con una vida laboral y familiar plácida y aburrida y que es la vejez y la pérdida del esposo lo que tiene entristecida y sola a la señora pero según avanzamos en la lectura vemos que nada es lo que parece y que la relación con su marido pudo ser cualquier cosa menos feliz y que en el trabajo pasó algo que condicionó gran parte de sus últimos años previos al tiempo en que se desarrolla la acción. No obstante, la vitalidad del papagayo contagia a su amiga y asistimos al renacer de Anselma en el encuentro de la fiesta y cada vez que el papagayo le muestra su afecto.
Pero cuando todo va mejorando, todo se estropea y la tragedia vuelve a la vida de la antigua maestra a la par que conocemos los secretos de su pasado y no os puedo descubrir mucho más porque el libro es corto y si se me escapa algo más os descubro las claves del final. Solo decir que el librito da para tratar temas muy importantes en la vida personal, familiar y laboral de una mujer que podía haber sido más feliz en el pasado y en el presente pero... 
El final es sorprendente aunque da lugar a interpretaciones porque he visto alguna reseña que habla de final feliz. Yo interpreté el final como trágico. Cada cual que extraiga sus conclusiones pero el libro no está mal.

Trigésimo tercer libro 2017: "Tantos lobos", de Lorenzo Silva.

Simpatizantes de Bevilacqua y Chamorro aquí tenéis no una nueva novela de nuestros guardias favoritos pero sí cuatro relatos cortos de sendas investigaciones que pueden contentarnos hasta la próxima historia larga de Rubén y Virginia.
El título del libro viene dado por las protagonistas de las historias, todas ellas chicas, adolescentes que, como la Caperucita de la historia, son perseguidas por depredadores si bien con peor suerte que la niña del cuento ya que las de los relatos de Silva no sobreviven al ataque de sus lobos.
Dos de las historias de "Tantos lobos", en concreto "547 amigos" y "Antes de los dieciséis", ya fueron publicadas por Silva en algún periódico e incluso están colgadas en su propia web (en el apartado que denomina "Zona desdinerizada"); las otras dos, "Cuatro novios" y "La hija única", son inéditas.
Cada historia trata una problemática que puede afectar a adolescentes, jóvenes, niños y niñas en la actualidad, tiempos de avances pero con doble cara aprovechada por "los lobos" que siguen actuando e infiltrándose por cualquier resquicio para seguir actuando. En principio las víctimas pueden ser de cualquier sexo pero las historias que nos cuenta Silva se centran en víctimas femeninas, especialmente vulnerables, no por su sexo sino porque en todas las historias hay un componente de violencia de género que las hace especialmente destinatarias de el tipo de "lobo" que les causa la muerte.
En la primera de las historias, "547 amigos" (si pincháis en el nombre la podéis leer), son relevantes las redes sociales, tanto para el depredador que las utiliza para contactar con su víctima, una chica hispano-belga de catorce años a la que estrangula, como para la propia Guardia Civil que también ha aprendido a utilizarlas en sus investigaciones en persecución del culpable. Tanto este relato, como los otros tres refleja la investigación del caso desde que aparece el cadáver hasta la captura del culpable y conclusión de las diligencias de investigación sin digresiones personales de los protagonistas que interfieran en el relato concreto de los hechos. A veces parece un atestado, muy bien escrito, eso sí.
En la segunda historia, "Antes de los dieciséis" (también podéis leerla), se toca el tema del acoso escolar y hay más de una víctima: aparece el cadáver de una chica de catorce años en la base de una acantilado, como si se hubiera precipitado al vacío, pero los arañazos en los brazos y un mordisco en un hombro parecen descartar el suicidio y hacen sospechar otras causas, así como podían orientar la investigación hacia otra mujer por aquello de los arañazos.
Las otras dos historias, "Cuatro novios" y "La hija única", ya tendréis que leerlas en el libro, que no están colgadas en la web de Silva y se centran en la violencia de género entre jóvenes y violencia doméstica, si bien no tal cual se os venga a la cabeza que la intriga sigue teniendo lugar en los relatos.
En cualquier caso, violencia terrible que causa la muerte a las chicas de las cuatro historias que comienzan ya con sus cadáveres.
Todos los relatos del libro han supuesto también campañas de sensibilización llevadas a cabo por la Guardia Civil para la prevención de delitos relacionados con menores de edad, sobre redes sociales, acoso, violencia de género... si bien creo que seguir el libro de Silva puede resultar más útil y sobre todo más ameno con la misma finalidad: concienciar a padres, madres, profesorado y las potenciales víctimas en relación a estas temáticas para poner los medios que dificulten a los depredadores su contacto con sus posibles víctimas y la mejor forma de evitar esos contactos con las mismas porque los hechos suceden en distintos sitios de España y con víctimas de diferentes estratos sociales y circunstancias personales y familiares como para reforzar el dato de que puede ocurrir en cualquier sitio y a cualquiera. Merece la pena dar un repaso al libro.

domingo, diciembre 17, 2017

Trigésimo segundo libro 2017: "El hombre que perseguía su sombra", de David Lagercrantz.

No voy a perder mucho tiempo con la reseña porque el libro no me gustó nada. Dice el tal Lagercrantz que pone ya mucho de él en el libro, pues igual va a ser eso, que no me gusta cómo escribe, porque ya el anterior me decepcionó un poco y eso que contaba con lo que Larsson dejó escrito.
Lisbeth, que no aparece con tanto protagonismo como en los libros anteriores salvo al final, comienza la novela en la cárcel cumpliendo una condena mínima por la que en España ni siquiera hubiera entrado en prisión y la cumple en una cárcel de máxima seguridad, razonando el narrador que lo hace para que esté más protegida, argumento que me cuesta entender porque para que no corra peligro mejor sería no ingresarla en la cárcel en la que cumplen condena las presas más peligrosa. Y así pasa, a la primera de cambio, Salander se busca problemas por defender a otra presa víctima de abusos y agresiones. Y Salander sin ordenador, sin móvil,... como que no, aunque se las arregle.
La trama comienza con la visita del antiguo tutor de Lisbeth (el bueno) que le cuenta algo que la pone en movimiento comunicándose con Blomkvist para que investigue, que parece que el periodista no tiene tema para su revista si no se lo chiva la Salander, y el libro vuelve al pasado más pasado de Lisbeth (madre, padre, hermana,...) para traer al presente la supuesta causa por la que Salander es como es y tiene un dragón tatuado, desarrollando una historia de gemelos víctimas de un antiguo experimento en el que algunas víctimas les va mejor que a otras y vuelta sobre vuelta toca temas de corrupción económica y política a los que claro no puede ser ajeno el periodista del la serie, que me da que es el personaje que más le gusta al autor, por aquello de compartir profesión. Pero la trama no me parece coherente, vamos averiguando las cosas antes que pasen y el personaje que más me ha llamado la atención es una mala malísima que aporta algo de vidilla al relato. Por lo demás, dicen que le queda un sexto libro pero no se si me atreveré cuando Lagercrantz lo perpetre.

Trigésimo primer libro 2017: "Mi querido asesino en serie", de Alicia Giménez Bartlett.

Mi detective favorita vuelve por sus fueros. Petra Delicado tiene nueva aventura de la mano de su creadora Alicia Giménez Bertlett y me lo he pasado en grande con su nuevo libro. 
Sin grandes complicaciones estilísticas pero bien escrito y sin perder su acostumbrado sentido del humor bajo el que subyace el tratamiento crítico de muchos temas que no aparecen en literatura considerada más sesuda, que por eso creo que me gusta tanto la novela negra.
Con el título que tiene no descubro nada si digo que la novela investiga al posible autor de una serie de muertes de mujeres que hacen pensar en un asesino en serie pese a que como reconoce la propia autora "inventarse un asesino en serie en España es difícil".
Petra comienza el libro meditando ante el espejo sobre el paso del tiempo: "La vida es extraña a veces, o para ser más precisa, es extraña casi siempre. No te das cuenta de que vas envejeciendo y de repente un buen día, frente al espejo, percibes que te han caído encima un montón de años sin comerlo ni beberlo", así que decide hacer novillos en el trabajo y darse un repaso en un salón de belleza pidiéndole a Garzón que le cubra las espaldas con el jefe, pero mira por donde el propio Coronas, que casi la ha puesto en busca y captura es quien la despierta de su terapia comunicándole que se ha encontrado el cadáver de una mujer en su propia casa con signos de ensañamiento y una nota sobre el pecho dirigida a la difunta en la que tras decir que la ha querido le echa en cara que la cosa no ha sido recíproca y que no ha tenido más remedio que matarla. El modus operandi y circunstancias personales de la víctima no hace pensar que se trate de un caso de violencia de género.
En el caso la inspectora tiene que colaborar con los Mossos y para sorpresa de Petra, y de todos sus lectores que olemos la que se puede avecinar, quien ostentará el mando en la investigación, Roberto Fraile, será un mosso mucho más joven y menos curtido en esas lides que Petra si bien mucho más sistemático en su proceder.
A Petra le sienta fatal no estar al mando y razona lo siguiente "dicen que las mujeres no tenemos ese tipo de pruritos profesionales, pero no es verdad. Soy un ejemplo: estoy segura de ser una mujer, quizá ésa sea una de las últimas seguridades que me quedan, y tener que obedecer a Roberto Fraile me jodía cantidad". Una mujer de armas tomar mi Petra
La primera sorpresa de Fraile al conocer a Garzón y Delicado es comprobar que se tratan de usted pese al tiempo que llevan trabajando juntos y la segunda que nos llevamos todos es la aparición de un segundo cadáver en circunstancias similares al primero, también con nota.
Como lo de los serial killers no se da en nuestro país y casi tampoco en ningún sitio como los vemos en las películas no es la primera línea de investigación que siguen nuestros protagonistas si bien en el imaginario popular parece cosa de todos los días y temiendo que los periódicos comenzaran a remover el morbo pretende la intervención de las fuerzas especiales, registros, actuación de los geos y en general "fotos de tíos con metralleta y botas en el periódico", como gestos a la galería para dejar ver que están trabajando. 
Así que, intentando aprovechar al máximo el tiempo, nuestros amigos acampan literalmente en la comisaría poniendo a prueba el carácter tranquilo del marido de Petra y para disgusto de sus hijastros y de su suegra que desean información fresca sobre el tema Por cierto, que la suegra participa ayudando en la investigación cuando se centra en las agencias matrimoniales.
La acción del libro no deja lugar al descanso y no hay disgresiones amorosas ni familiares en la trama que discurre intentando encontrar al culpable de los terribles asesinatos de mujeres solitarias en diferentes ambientes y con pistas que los traen y los llevan hasta resolver el caso mientras el mosso y los policías van limando asperezas profesionales en aras de la investigación y acaban siendo amigos porque en el fondo olvidan los cargos y se miran a la cara como personas.  
Si queréis pasar un buen rato a la par que meditáis sobre el origen del mal os recomiendo este último libro de la serie de Petra Delicado de Alicia Giménez Bartlett que además nació en Castilla-La Mancha, concretamente en Almansa, aunque se recriara en Cataluña. Claro que... cuando nació Alicia, Castilla-La Mancha todavía no existía y Almansa estaba en lo que entonces era Murcia (Albacete y Murcia). Y yo vivía en Castilla-La Nueva.
Mejor no me miro al espejo.

sábado, diciembre 16, 2017

Trigésimo libro 2017: "El pequeño guardia rojo", de Wenguang Huang.

"A los diez años, dormía al lado de un ataúd que Padre le regaló a Abuela cuando cumplió setenta y tres años". 
Así comienza este libro autobiográfico del primer autor chino con el que me atrevo y que me ha gustado mucho. Que no os asuste lo del ataúd porque entre las cosas buenas del libro, que tiene muchas, destaca un sentido del humor que lo hace más atractivo.
Todavía en plena revolución cultural china y con la omnipresencia del Partido Comunista ordenando la vida (y la muerte) de los ciudadanos, estando prohibidos los entierros entre otras cosas para habilitar espacio en las ciudades, el padre del autor, al que se refiere simplemente como Padre, se ve obligado a elegir entre el cumplimiento de las directrices políticas y la legislación vigente que obliga a incinerar los cadáveres y la voluntad de su madre de ser enterrada en su aldea natal con absoluto respeto a las antiguas tradiciones chinas que obligaban a enterrar a sus muertos con toda la parafernalia de rigor.
El pobre Padre hace equilibrios sobre la cuerda floja para ser el buen hijo que la ancestral tradición familiar le ordena sin que se entere el Partido, al que además pertenece, bajo la mirada crítica de su propio hijo pequeño, el autor del libro, que era el jefe de los pequeños guardias rojos en su escuela y que también duda entre el cariño a su familia y el deber de delación al que le obliga su militancia.
La cotidianeidad del choque cultural de las directrices comunistas con las supersticiones antiguas y la distancia del autor que escribe ya en Estados Unidos años después revisando las impresiones de las vivencias que tuvo de niño así como el punto de humor con que trata determinados sucesos hacen el libro muy atractivo para mí ya que a partir de un hecho aparentemente anecdótico y privado es capaz de hacernos ver la incidencia en las personas de ideas que acaban siendo destructivas para los individuos. No oculta el hambre, el miedo, la represión, si bien no es una mera crónica. A veces incluso nos puede la trama casi negra con las trampas, sobornos y ocultaciones en que tienen que incurrir para ocultar la decisión de planificar el futuro entierro de la cabezona abuela que no se apea del burro. La idea de la abuela influye en toda la familia, en sus relaciones y sus tensiones y girando sobre ella vamos conociendo un día a día de la familia, de la ciudad y de parte de un país en una época de la que por entonces Occidente no sabía mucho ya que al fin y al cabo estaba al otro lado del muro y en la otra punta del mundo.
Os lo recomiendo encarecidamente. A mi me ha gustado un montón.

domingo, diciembre 10, 2017

Vigésimo noveno libro 2017: "Para morir siempre hay tiempo", de Carmen Conde.

Me gustó mucho el principio y pensé que ya era hora que alguien hiciera una parodia del género negro. 
Julia, la protagonista, tiene vocación de escritora y escribe casi tan bien como la autora de la novela que reseño, pero mientras consigue que le publiquen su primera novela malvive trabajando para una editorial que realiza publicaciones por entregas. Hipocondriaca, adicta a todo tipo de pastillas y a las web de Internet sobre todas las enfermedades posibles cuyos síntomas asume, está a punto de tener un golpe con el coche contra otro vehículo y lejos de encontrar la muerte que ve cerca, salva la vida del conductor contra el que casi colisiona, alérgico a las abejas, pinchándole un antiestamínico. Un episodio aparentemente trivial que la liga a Viktor Sokolov y que la lanza de lleno al mundo de los espías, el tráfico de obras de arte, los asesinatos, las mafias... todo de todo en el mismo libro que pierde paulatinamente el humor y se me acabó haciendo infumable no se si porque lo abandoné y retomé varias veces o porque realmente no hay quien se crea que en tan poco tiempo y con una personalidad como la de Julia puedan pasar tantísimas cosas, que parece que se han juntado varias películas en el mismo libro y ganas me daban de animar a la protagonista a buscar un hueco en su agenda y llevar la contraria al título para que acabara la cosa aunque fuera en tragedia.
Y el caso es que me gusta como escribe Carmen Conde. Me explico, me gusta cómo compone las frases y los párrafos y cómo cuenta las cosas y describe a las personas pero es que la trama se me hizo absolutamente increíble, que ni en clave del humor que prometían sus primeras páginas y que luego no vi por ningún lado, pude con ella. Que lo acabé pero por lo cabezona que es una con los libros, que me cuesta horrores dejarlos, que si no...

Vigésimo octavo libro 2017: "Higiene del asesino", de Amélie Nothomb.

Para ser su primer libro Amélie Nothomb tenía ya un dominio del lenguaje apabullante en esta historia casi sin narración edificada a base de diálogos casi como una obra de teatro y que, si no fuera por el final que no me gustó en absoluto, hubiera sido uno de los mejores libros que he leído este año.
La obra se compone de las cinco entrevistas que Prétextat Tach, escritor premiado con el Nobel y nada amigo de hablar con periodistas, concede a otros tantos representantes de la prensa escrita cuando conoce que está próxima su muerte al detectársele el síndrome de Elzenveiverplatz que sólo había sido detectado antes en presos de una cárcel en el siglo XIX culpables de agresiones sexuales seguidas de homicidio.
El escritor tiene un físico desagradable al máximo (las descripciones de Amélie no nos lo ahorran) y una forma de ser que no le va a la zaga, así que se dedica a destrozar a los periodistas según van sometiéndole a sus preguntas. Al acabar su turno comparten las grabaciones con los demás, con lo que en teoría cada uno que va pasando debería saber lo que le espera pero entran más atemorizados y pese a estar advertidos acaban igual que sus predecesores ya que Tach los rebaja igual. Bueno, eso pasa con los cuatro primeros, que no se cómo los habían seleccionado para las entrevistas porque no conocen la obra del entrevistado y tienen bastante poca cultura literaria y casi ninguna de la otra. 
La última entrevista, sin embargo, no tiene nada que ver con las anteriores y, aunque Prétextat tiene la idea de hacer lo mismo que en las precedentes, es él quien recibe ración doble de su propia medicina y es atacado en una demoledora sesión de preguntas y respuestas que enfrentan al escritor con su horrible pasado, su mala baba y su desagradable forma de pensar, aunque al final el giro de la entrevista resulta sorpresivo, inesperado y, en mi opinión, de mal gusto. Ahora bien, el disfrute del toma y daca entre el escritor y quien le entrevista es innegable. El libro es corto, como casi todos los de Nothomb, pero resulta muy intenso y es impresionante cómo consigue narrar con diálogos sin apenas relato diferente del que realizan los que hablan. Muy recomendable (salvo el final, que ya lo he dicho, pero...).

sábado, diciembre 09, 2017

Vigésimo séptimo libro 2017: "Quien pierde paga", de Stephen King.

Empecé a disfrutar del libro cuando dejé de esperar que fuera la continuación de Mr Mercedes y que aparecieran como protagonistas los mismos del primer libro de la trilogía, que no se cómo no aprendo a olvidarme de la publicidad de las novelas, que bien parece que buscan para redactarla a quienes no se las han leído.
Este "Quien pierde paga" es muy bueno o por lo menos me gustó y me pareció bastante original. Puede leerse con total independencia del primer libro ya que sólo tangencialmente tiene que ver con él aunque el atropello masivo que ocurrió en Mr Mercedes afectó al padre de uno de los protagonistas del nuevo y algunos personajes vuelven a aparecer, si bien con mínima relevancia en la trama principal.
Para quienes amamos los libros resulta casi doloroso empezar a leer constatando que el malo sea lector y que asesine a su autor favorito creador de un personaje por el que siente pasión al no gustarle el giro que dio al mismo en el último libro que sacó al mercado para no volver  a publicar después.
"Despierta genio".
La primera frase del libro creo que será de las que quedarán en la memoria.
Morris Bellamy irrumpe con otros dos hombres en la vivienda de John Rothstein, un escritor que dejó de escribir hace tiempo tras darle un giro radical a la personalidad del adolescente que protagonizaba su obra convirtiéndolo a juicio de Morris en una persona vulgar. Aparentemente pretenden robar pero Morris lo que intenta es hacerse con los manuscritos que supone debe tener el escritor y que espera supongan un regreso del personaje a su primitivo ser. Está tan enfadado con el autor que acaba matándolo. Se lleva los manuscrito que efectivamente encuentra y tras matar a sus compinches esconde su botín en el que también había bastante dinero, pero el asesino tiene mal vino y comete una violación por la que debe cumplir condena.
Mientras, un adolescente también apasionado lector e hijo de uno de los heridos en el atropello de Mr Mercedes desentierra los escritos y aprovecha el dinero para sacar de apuros a su familia y el thriller se desarrolla en todas sus posibilidades. Seguimos la narración desde varios puntos de vista, el del adolescente, el del asesino, el del amigo librero que inculcó a Morris la idea de apoderarse de los escritos para introducirlos en el mercado, el narrador tercera persona... No se puede parar de leer. Además del las tramas paralelas de los personajes principales y el cameo de los protagonistas de Mr Mercedes el libro toca muchos temas relacionados con los libros: la pasión por leer, las falsificaciones, la confusión realidad-ficción, el enfado con el autor cuando nos decepciona con un personaje al que hemos tomado cariño, el dinero que se mueve en ciertos círculos...
Definitivamente está muy bien contado y la tensión se mantiene a unos niveles altísimos. No me gusta la literatura de miedo y por eso no había leído nada de Stephen King hasta Mr Mercedes pero algo de ella hay en este segundo libro que me leo porque consigue tenerte en un puño a lo largo de muchas páginas esperando desenlaces trágicos detrás de cada árbol o que salga el gato y nos asuste. Creo que acabaré la trilogía, que ya se ha publicado "Fin de guardia".

martes, diciembre 05, 2017

701 plazas para Ayudantes de Instituciones Penitenciarias.

http://www.boe.es/boe/dias/2017/12/05/pdfs/BOE-A-2017-14294.pdf
Si pincháis en la imagen de Soto podéis acceder a la convocatoria que ha publicado el BOE de hoy de 701 plazas para el Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias.
El sistema de selección será el de oposición con pruebas teóricas y prácticas sobre el temario que viene en las bases y examen médico.
La titulación exigida es la de Bachiller o Técnico/a y el plazo de presentación de solicitues es de 20 días a partir del jueves.

domingo, diciembre 03, 2017

Vigésimo sexto libro 2017: "Más allá del invierno", de Isabel Allende.

Aunque lo de esconder cadáveres no se le da demasiado bien, este libro me ha reconciliado un poco con Isabel Allende que me había decepcionado enormemente con "El juego de Ripper". Igual quiso hacerle una gracia a su entonces todavía marido imitando su estilo policíaco y por eso le salió tan mal, pero la prefiero relatando sagas de mujeres fuertes con su puntito mágico. Que no he leído nada de Willie Gordon pero con títulos como "Duelo en China Town" o "El rey de los bajos fondos" no creo que me esté perdiendo nada.
Respecto del título de este último, la propia autora ha contado que lo ha tomado de una frase de Albert Camus ("En medio del invierno aprendí por fin que hay en mí un verano invencible") al ser consciente que en un época de bajón, cuando ya se veía vieja, sin pareja y con la familia lejos, podía volver a encontrar su personal verano invencible en la escritura que siempre la ha hecho salir a flote en las tragedias. Y también esta vez le ha funcionado porque la novela es mejor y además tiene novio nuevo.
Richard, Lucía y Evelyn, los tres personajes de Más allá del invierno, también parecen estar en invierno, no solo porque la acción se desarrolla en un Nueva York afectado por un temporal de nieve sino porque ninguno de ellos parece tener una vida plena ni esperar mucho del futuro hasta que confluyen y en un episodio del que no podrían haberles venido sino nefastas consecuencias legales encuentran su nuevo verano.
Lucía es una chilena exiliada que ya con unos añitos ha encontrado una oportunidad en la universidad en la que Richard imparte clases quien además le ha arrendado el semisótano del edificio en el que vive. Richard, un tipo amargado y reservado que pretende tener todo controlado en su vida y no asumir riesgos, acoge a Evelyn, una guatemalteca sin papeles contra la que choca con el coche, con lo que sin querer se ven involucrados en la muerte de la mujer cuyo cadáver portaba Evelyn en el maletero. Lejos de buscar una solución lógica al asunto Richard pide ayuda a Lucía y deciden apoyar a la guatemalteca buscando un lugar donde hacer desaparecer el cadáver, ardua labor con la que está cayendo.
Tres personas aparentemente tan diferentes y con trayectorias vitales tan diversas tienen más en común de lo que piensan y se van influyendo recíprocamente a lo largo de las páginas del libro y de los kilómetros del viaje mientras quienes les seguimos con nuestra lectura vamos conociendo sus orígenes, los problemas políticos en diferentes países y las tragedias personales de cada uno que les hicieron acabar donde se han conocido. La emigración, el desarraigo, la soledad de unas personas que no parecen disfrutar de un verano vital sufren un vuelco al conocerse y con mucho sentido del humor, y poco a poco con amor, van saliendo de su inverno. Está entretenido y, con el fresquito que hace estos días podéis entrar mejor en situación.

sábado, diciembre 02, 2017

Vigésimo quinto libro 2017: "Latidos", de Franck Thilliez.

Los dos últimos libros que he leído de Thilliez ya no me han provocado pesadillas, aunque por lo menos éste no me ha dado sueño como el anterior. Sharko ha perdido bastante tirón para mí desde que "se curó" la esquizofrenia. Franck Sharko y Lucie Henebelle han tenido gemelos y además parecen haber cambiado de forma de actuar y pensar con la paternidad. Henebelle comienza el libro de baja maternal y Sharko intenta evitar que se incorpore al servicio porque le da miedo dejar a sus hijos huérfanos, cosa nada extraña si tenemos en cuenta que ambos perdieron sus familias en novelas anteriores de manera trágica y con inusitada crueldad, que no había asesino en serie que no los incluyera en su lista.
Pero en esta novela hay otra protagonista que también es policía: Camille Thibault y que aporta la parte fantasiosa y casi sobrenatural de la trama. Camille necesitó un trasplante de corazón y, desde que la operaron, aunque parece recuperarse muy bien, padece una pesadilla recurrente en la que una mujer encerrada parece pedirle ayuda. Es como si el nuevo corazón, que también comienza a fallarle, le pidiera que la busque, lo que hace que inicie la búsqueda de la identidad del propietario del corazón que lleva en su pecho, para lo que, saltándose todos los protocolos de protección de datos y asumiendo identidades falsas, comienza un recorrido que la cruza con nuestros antiguos protagonistas, primero con Sharko, que al fin y a la postre está en activo, y luego con Lucie que se aburre de madre a tiempo completo y comienza una investigación paralela sin respeto alguno tampoco a las reglas. Lo de que los policías de Thilliez vayan por libre y sin reglas ni reglamentos parece ser norma de la casa, que no se cómo se sorprenden luego de que les pasen tragedias si se ponen solitos en medio.
Otra constante de Thilliez es que las víctimas suelen ser siempre mujeres (en este caso gitanas) y los delitos rebuscados y de extrema crueldad, con malos malísimos y perturbadísimos. En éste además con repercusiones internacionales (que pasan por la dictadura Argentina y los bebés robados de España) y trazos sobrenaturales que no me han acabado de convencer, aunque el libro resulta entretenido y se lee fácil.
Pese a las vueltas y recorridos del libro, resulta bastante previsible aunque mantiene la intriga y confunde para que pienses que lo que sospechas no es lo que realmente ocurre. Ahora bien, lo que desde luego no debéis hacer es leer la contraportada del libro porque se han pasado dando pistas sobre la trama y si leéis la última línea podéis recortar toda la primera parte porque ya desvela quién es el asesino.

viernes, diciembre 01, 2017

Vigésimo cuarto libro 2017: "Tres días y una vida", de Pierre Lemaitre.

Llevaba tiempo queriendo leer algo de Lemaitre pero no sabía con cuál de sus libros con nombres propios comenzar. Un día en una de las largas esperas en el Juzgado un compañero que dijo no gustarle la novela negra me comentó que él había leído otra que no pertenecía al género. Comienza por ahí, me dijo. Y le hice caso, decidiéndome por éste que comento que tiene además el aliciente de ser corto. Y debo decir que muy bueno.
No es novela negra pero comienza con un muerto como si lo fuera. Se investiga la desaparición del que ya sabemos cadáver, pero la trama no va de eso; la intriga no está en la investigación policial ni en la persecución de un culpable sino en las consecuencias que para el asesino tiene su acción homicida. Como se desprende del propio título de la novela, toda la vida de Antoine, un niño de doce años que mata en un ataque de ira a otro niño más pequeño, se ve condicionada por lo que hizo.
Antoine siente lo que hizo, se ve responsable y espera ser detenido y sufrir las consecuencias de su delito, pero pasan los días y no sucede lo que espera. No se encuentra el cadáver que escondió y la vida sigue adelante en una continua angustia, en un constante desasosiego que condiciona cada segundo y cada una de las decisiones de Antoine, una inquietud que se nos contagia en la lectura y nos incomoda también a quienes leemos.
No podemos acabar de odiar al homicida porque al fin y al cabo también era un niño y la muerte, pese a ser violenta, no fue premeditada. Además, la vida también era injusta con Antoine pero la víctima era otro niño todavía más inocente.
Según va creciendo el protagonista, y se va cargando de razones y justificaciones de sus actos, que a veces nos encontramos compartiendo y otras nos asquean, sentimos su pesar y miramos también por encima del hombro esperando que se descubra. Su agonía se nos adhiere, entendemos sus dudas y el peso de su culpa y esperamos con él que en algún momento salga a la luz su pasado. Y no os puedo contar más.
En definitiva, una intriga psicológica que os animo a leer y que me ha dejado con ganas de más Lemaitre.